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febrero 24, 2021
La sustentabilidad e innovación son piedras angulares en los proyectos que desarrolla Loretxu García, fundadora y gerente general de la constructora Infiniski, quien lleva más de 15 años en la arquitectura bioclimática y construcción sustentable. Hoy se encuentra embarcada en un nuevo desafío denominado “La Casa de Agua”, que consiste en un nuevo y revolucionario sistema constructivo…
La sustentabilidad e innovación son piedras angulares en los proyectos que desarrolla Loretxu García, fundadora y gerente general de la constructora Infiniski, quien lleva más de 15 años en la arquitectura bioclimática y construcción sustentable. Hoy se encuentra embarcada en un nuevo desafío denominado “La Casa de Agua”, que consiste en un nuevo y revolucionario sistema constructivo a base de paneles que contienen un componente acuoso en su interior. Estos paneles incorporan una estructura de conductos conectados entre sí, que son rellenados con agua y conforman un circuito cerrado en movimiento en toda la superficie del inmueble.
¿Y por qué agua? Porque el agua es una masa, por tanto, tiene inercia térmica, y la inercia es un gran aliado para estabilizar la temperatura de un inmueble. En palabras de Loretxu García “somos una constructora diseñando, por lo tanto, sabemos que hay que ser pragmáticos: el sistema de instalación tiene que ir de la mano de cualquier innovación y aterrizada a la cultura de los obreros que manipularán y trabajarán el material. Por lo anterior, es requisito indispensable que los paneles proyectados sean livianos y prácticos, y, por tanto, fáciles de transportar y de instalar. Estos sólo una vez montados adquieren su masa al llenarlos de agua”.
Para materializar el proyecto y probar su comportamiento bajo condiciones reales, la casa piloto fue instalada recientemente en el Parque de Innovación CTeC, con el objetivo de validar comercialmente la solución y hacer los ajustes necesarios antes de ser lanzada al mercado. Verónica Oyarzún, gerente de Nuevos Negocios de CTeC explica que “el ejemplo de la casa de agua es perfecto para mostrar las oportunidades que presenta el Parque de Innovación, pionero en Chile, para el desarrollo de iniciativas constructivas innovadoras y de carácter local. Justamente el rol del CTeC es fomentar instancias como éstas para agregar valor a la industria y nuestro desafío es difundir a nivel nacional y regional las capacidades con las que ya contamos en Chile, y convocar nuevos proyectos de alto impacto que trasformen positivamente la construcción”.
La “Casa de Agua”, además de su concepción bajo una mirada innovadora, es un proyecto de triple impacto: económico por la venta de los paneles; ambiental porque puede llegar a reducir 16.000 toneladas de Co2 que al día de hoy se emiten desde los sistemas de climatización; y finalmente social, ya que democratiza el confort térmico de los hogares, consiguiendo temperaturas estables dentro de los inmuebles a un costo diez veces menor. Además, se trata de un sistema liviano y práctico, de bajo costo para transportar y montar en terreno.
Los paneles diseñados para resistir la fuerza del agua, pueden rellenarse con cualquier tipo de agua, ya sea potable, dulce o salada, debido a que va acompañada de un componente químico que mantiene limpio el líquido en su interior, inhibiendo la formación de microorganismos que puedan deformar la estructura del panel. Por otro lado, en términos de seguridad, la instalación eléctrica se encuentra independiente, por lo que no existen problemas de cortocircuitos, así como tampoco riesgo de fuga porque la materialidad de la envolvente del agua es suficientemente resistente.
El sistema de la casa de agua es compatible con cualquier sistema activo de climatización. De esta forma, los conductos de los paneles que conforman un circuito cerrado de agua en circulación se conectan a la fuente de calor o frío para que el edificio en la totalidad de su perímetro se caliente o se enfríe según sea necesario.
Durante diciembre de 2020, el proyecto se coronó como ganador del concurso Her Global Impact Challenge, iniciativa dirigida a mujeres de Latinoamérica que desarrollen emprendimientos innovadores de alto impacto. Gracias a ese premio, la gerente general de Infiniski obtuvo una beca para participar del Executive Program de Singularity University en Estocolmo, curso que examina cómo las tecnologías convergentes darán forma a nuestro futuro y explora el liderazgo ético en un mundo que cambia constantemente.
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