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junio 19, 2020
Rodrigo Navia, decano Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad de La Frontera. En estos días nos enfrentarnos a una pandemia que nos ha golpeado muy fuerte tanto en lo humano como en lo social. La irrupción inesperada y la vertiginosa expansión de la infección, nos ha generando grados de sufrimiento e incertidumbre pocas veces vistos en…
En estos días nos enfrentarnos a una pandemia que nos ha golpeado muy fuerte tanto en lo humano como en lo social. La irrupción inesperada y la vertiginosa expansión de la infección, nos ha generando grados de sufrimiento e incertidumbre pocas veces vistos en nuestra vida cotidiana como la conocíamos hasta ahora. Además nos ha impuesto importantes cambios en nuestra manera de vivir y convivir. Está claro que en lo inmediato, la prioridad es salvaguardar la vida de las personas y controlar la tasa de contagios asociados al COVID-19. Una tarea no menor.
Pero la epidemia también ha traído aparejada oportunidades para mejoras y cambios. En efecto, hemos visto como el mundo de la ciencia ha solidarizado para intercambiar información, datos y medidas sanitarias eficaces. Paralelamente, el mundo de la tecnología ha hecho también su aporte para lograr aliviar, contener y (porqué no) en algún momento erradicar la pandemia de nuestro territorio. Test masivos de diagnóstico, fabricación local de mascarillas, respiradores mecánicos o control de temperatura individual en lugares públicos son algunos ejemplos de cómo en nuestro país hemos enfrentado en forma mancomunada esta emergencia sanitaria. La urgente necesidad también ha dado cuenta de que el trabajo inter y multidisciplinario ha ganado fuerza y voluntades.
Desde mi perspectiva, existe un gran denominador común en todo lo anterior: La conciencia de que disponemos de conocimientos, recursos y de algunas herramientas en desarrollo, para abordar la necesidad de transformar nuestros barrios y ciudades, con todos sus servicios asociados, en espacios concebidos para mejorar la calidad de vida de la gente. De eso se trata finalmente. Por eso necesitamos potenciar nuestras capacidades, con personas conscientes de la importancia que tienen la innovación y el emprendimiento como pilares básicos, a partir de los cuales se pueden diseñar planes, programas y estrategias de desarrollo pensados en beneficio de toda la comunidad.
Smart City in a Box
Desde el año 2018, la Universidad de La Frontera, a través de su Facultad de Ingeniería y Ciencias, desarrolla el proyecto Smart City in a Box junto a la Municipalidad de Temuco y las multinacional Everis, con el objetivo de transformar a Temuco en una ciudad inteligente de referencia internacional. El proyecto se ejecuta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (a través de BID LAB), CORFO y el Gobierno Regional de La Araucanía. Smart City in a Box busca convertir a Temuco en una ciudad inteligente, a través del desarrollo y validación de una plataforma digital abierta como soporte tecnológico y aplicaciones smart city que potencien un ecosistema de innovación y emprendimiento para desarrollar y empaquetar productos y servicios orientados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Desde marzo de 2020, la plataforma se encuentra disponible para conectar productos y servicios de empresas, startups, emprendedores y estudiantes, que apunten a resolver problemáticas locales entre las cuales está la situación sanitaria actual, que este proyecto pretende y debe abordar.
Hub Global Smart Araucanía
El Hub Global Smart Araucanía es una iniciativa paralela y sinérgica con Smart City in a Box, financiada por CORFO, que articula la investigación, el desarrollo, la innovación y emprendimiento (I+D+i+e) regional, que busca interconectar a empresas, emprendedores, incubadoras, inversionistas, aceleradoras, laboratorios y académicos en torno a ideas o proyectos focalizados en ciudades inteligentes. Las instalaciones del Hub en Temuco cuentan con áreas de coaching, formación, cowork y un laboratorio de prototipado, con el objetivo de orientar y escalar emprendimientos innovadores que impacten en la calidad de vida de los habitantes de Temuco y sean transferibles a otras ciudades. La infraestructura implementada busca potenciar la creatividad y facilitar la concreción de nuevos servicios y productos para la industria smart city. A la fecha, se ha apoyado a más de 50 emprendimientos, que se encuentran en distintas fases de desarrollo, con el objetivo de que el ciudadano acceda a mejores servicios.
Para hacer de Temuco un referente como ciudad inteligente, se necesita el esfuerzo de muchos y un rol fundamental en la búsqueda de soluciones a los diversos desafíos, lo juegan los científicos, profesionales y gestores de la Región de La Araucanía. Son principalmente ellos quienes están llamados a pensar cómo reorganizar y desarrollar nuestra ciudad; mejorar la eficiencia en el transporte y las comunicaciones; cómo facilitar el mantenimiento inteligente de la infraestructura; qué residencias construir para un mejor vivir y convivir ciudadano; cómo garantizar para todos el acceso al agua potable y su reciclaje; cómo lograr una producción y consumo de energía más eficiente; cómo potenciar el uso de materiales renovables en la construcción; mejorar la gestión del tránsito urbano; diseñar nuevos espacios de trabajo alternativo considerando nuevas formas de trabajar, como el teletrabajo; entre muchos otros aspectos. La concreción de estos productos pensados para el bienestar de las personas, le darían a Temuco su atributo de ciudad inteligente, que acompañado del desarrollo de un adecuado ecosistema, dé soporte a esta nueva industria de smart city. Con el apoyo de BID LAB, los casos exitosos serán empaquetados y transferidos a distintas ciudades de Latinoamérica y el Caribe. Esperamos que así ocurra.
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