Buscar en el sitio
julio 25, 2022
Columna escrita por Marcos Brito Alcayaga, gerente de Construye2025 Tras un esfuerzo de más de un año, en junio de este año presentamos la Hoja de Ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia, que desde 2016, implementa Construye2025. La estrategia se organiza en…
Columna escrita por Marcos Brito Alcayaga, gerente de Construye2025
Tras un esfuerzo de más de un año, en junio de este año presentamos la Hoja de Ruta 2022-2025, que incorpora diagnósticos sectoriales actualizados y pone especial acento en continuar y fortalecer iniciativas originales de la estrategia, que desde 2016, implementa Construye2025.
La estrategia se organiza en cinco ejes estratégicos: Industrialización, Sustentabilidad, Transformación Digital, Capital Humano e Innovación, en donde hemos agrupado 13 iniciativas y 25 acciones, que nos guiarán de cara a los esfuerzos que nos imponen los desafíos de productividad, el cambio climático y la carbono neutralidad para el sector construcción.
De esta manera, en el ámbito de la Industrialización, buscaremos articular esfuerzos para el desarrollo de un manual de constructabilidad, que ayude a mejorar el diseño con foco en industrialización. Asimismo, gestionar el levantamiento de soluciones constructivas, productos y servicios disponibles a nivel nacional, que puedan ser visualizados y así potenciar su adopción en la industria. Además, medir la mayor cantidad de obras, con la herramienta que desarrollamos junto al Consejo de Construcción Industrializada (CCI), para así poder descubrir dónde están las principales oportunidades de mejora para las obras de construcción tradicional e industrializadas.
La Sostenibilidad es un eje vertical, en el que se enmarca la propia Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 del programa y su importante rol frente a la Estrategia Nacional de Economía Circular (CChC/IC/Construye2025). Es en este eje donde se articulan iniciativas para propiciar modelos de negocio, productos y servicios de economía circular, apoyando otras iniciativas a través de distintas instancias de colaboración. Además, promover la economía circular en certificaciones e, incluso, en la rehabilitación de edificios existentes. En este contexto, cabe destacar, además, la importancia de contar con plataformas de medición estandarizada de huella de carbono, que es hoy el principal indicador de sostenibilidad.
En el nuevo eje de Capital Humano hay un compromiso con buscar herramientas para fomentar y fortalecer la capacitación y certificación de los trabajadores, trabajar en el desarrollo de nuevas capacidades en el mundo técnico para la construcción y renovar las mallas curriculares de los profesionales del sector, incorporando cada vez más la integración de la mujer. Finalmente, todo tiene que ver con las personas y cómo éstas asumen los desafíos que el sector se plantea, por lo que será importante en este eje trabajar con un comité transversal de instituciones académicas y de formación.
Por cierto, los centros tecnológicos seguirán siendo parte de las iniciativas estructurales de esta estrategia y un pilar fundamental a la hora de avanzar en los ejes de Innovación y Transformación Digital, además de los ámbitos antes descritos. En este sentido, el CTEC continuará siendo un actor clave, especialmente ahora que su infraestructura y servicios están ya en plena operación. A través de este centro, esperamos poder encontrar importantes sinergias a la hora de apoyar la promoción y el desarrollo de startups de construcción, así como la innovación empresarial en el sector, fortaleciendo así la oferta de productos y servicios a través de la innovación.
Sin duda, el apoyo de Corfo durante estos seis años y del Instituto de la Construcción, como entidad gestora durante los últimos dos, ha sido crucial para poder observar cómo poco a poco los temas que impulsamos al inicio hoy ya están cada vez más incorporados en los sectores público y privado, así como en la academia y sus mallas curriculares. El cambio de paradigma ya ha comenzado a ocurrir.
Pero no podemos avanzar solos, como siempre, uno de nuestros principales desafíos es reunir y congregar a representantes del sector que puedan generar los cambios necesarios, aunar esfuerzos y voluntades y trabajar unidos en forma estratégica. Tal vez una de las principales variables de éxito en esta etapa es medir. Midiendo y conociendo indicadores en ámbitos de productividad, sustentabilidad y transformación digital, podemos detectar con mayor precisión las áreas de mejora y, con ello, apuntar las iniciativas a objetivos que logren mejorar estos indicadores.
Por lo mismo, y más que antes, el principal esfuerzo estará centrado en contar con todas aquellas instituciones y personas que puedan aportar en el logro de estas mejoras, que estén dispuestas a trabajar en conjunto para movilizar esfuerzos sectoriales, con convicción y determinación, ya que -a la luz de las nuevas leyes de Eficiencia Energética y Cambio Climático– se nos agota rápido el tiempo para lograr todas las mejoras que nos estamos proponiendo como país. Asimismo, la urgente necesidad de eliminar campamentos y combatir el déficit habitacional, para lo cual urge una mayor productividad en nuestra capacidad productiva y despliegue de proyectos. Como ya lo hemos mencionado, el desafío es de todos.
Revisa la hoja de ruta aquí.
No te quedes fuera de la innovación tecnológica. Recibe noticias y actualizaciones acerca del CTeC en tu correo.