Los paneles fueron diseñados para resistir la fuerza del agua y pueden rellenarse con cualquier tipo de agua, ya sea potable, dulce o salada, gracias a un componente químico que mantiene el líquido limpio, inhibiendo la formación de microorganismos que puedan deformar la estructura del panel.
En términos de seguridad, la instalación eléctrica es independiente, eliminando problemas de cortocircuitos y riesgos de fuga, ya que la envolvente del agua es resistente.
El prototipo ha demostrado que, con este sistema constructivo y sin un sistema de climatización, la temperatura interior promedio se mantiene estable. Por ejemplo, en verano, cuando la temperatura exterior superó los 32°C, se registraron valores interiores cercanos a los 25°C.
La Casa de Agua en su primera fase consideró:
- Una estructura metálica soportante que considera paneles compuestos aislantes para el piso ventilado, paramentos verticales y techumbre.
- En su interior, el módulo incorporó un sistema de tubos de PVC de 75 mm de diámetro rellenos con agua.
- La fachada transventilada fue fabricada con maderas de 1″ x 4″.
En la segunda fase La Casa de Agua considerará:
- Sistema de paneles de diseño flexible rellenos con gel, en reemplazo de la solución de tubos de PVC, más prácticos en su transporte e instalación.
- Sistema de climatización que conecta paneles rellenos con agua a una fuente térmica, formando un circuito cerrado, diseñado para alcanzar las condiciones de confort en forma más eficiente.
Desafíos de Innovación:
- Evaluar la inercia térmica del prototipo y su efecto en las condiciones de confort interior.
- Aprovechar las propiedades térmicas del agua en una solución constructiva con bajo riesgo de filtraciones.
- Evaluar los requerimientos energéticos adicionales para lograr condiciones interiores específicas.
Con este prototipo se busca una reducción de 16.000 toneladas de Co2 producidas por los sistemas de climatización tradicionales.